Venga, seguimos escaneando diapositivas y echándonos unas risas viendo cuanto hemos cambiado. Allá por Marzo del 2.003 nos fuimos 6 amigos a hacer la "Mítica" travesía de esquí de montaña Chamonix - Zermat, Alberto Urtasun, Patricia y Javi Viscarret, David Domeño, Ibán Gonzalez y yo.
Cogimos furgoneta de alquiler en Pamplona y del tirón para Chamonix, llegamos justos para desayunar, cambiarnos y coger el teleférico de Grand Montets, un poco palilla, yo no dormí nada durante el viaje.
Parking del teleférico de Grand Montets
Al salir del teleférico hay que alcanzar el glaciar esquiando 400mts, donde pararemos a poner las focas por primera vez y empezar a remontar al Col de Chardonett (3.200mts) que vemos allá arriba, un desnivel más que considerable para superar sin haber dormido. Pueden presentarse problemas con la altura ya que es el primer dia y hay que darle duro para alcanzar el collado.
Tras pasar rapelando el Collado al otro lado pronto llegamos al Ref. de Trient, ya en Suiza.
Al día siguiente, segundo día, amanecimos con un tiempo malísmo, un tormetón tremendo y aunque la etapa era relativamente sencilla había que bajar esquiando a Champex entre grietas que le daban su ambiente dada la mala visibilité.
Finalmente llegamos a Champex donde cogimos un autobús que nos llevaría a la estación de Verbier, cogimos un teleférico y bajamos esquiando al ref. de Montfort, donde pasaríamos la 2ª noche. Etapa sencilla pero cuidado con las grietas y avalanchas.
La tercera etapa sería la más larga y dura, y buena parte de ella la tuvimos que hacer brújula en mano dada la espesa visibilidad y en parte encordados, una vez alcanzado el collado había que bajar al Embalse de Dix salvando unas grietas y luego remontando al refugio de Vignettes donde el Sol nos machacó todo lo que quiso. Impresionantes avalanchones los de ese día por el calor, andarse con Ojo.
El cuarto dia subiríamos al Pigne de Arolla, desde donde ya divisábamos perfectamente el Cervino, que según de donde lo veas va tomando unos perfiles impresionantes, etapa sencilla pese a la altura, el cuerpo ya lo llevas aclimatado y se va cogiendo ritmo.
Yo en la cima del Pigne, monte muy esquiable y todo un clásico para los suizos.
Y el quinto día alcanzáríamos ya Zermatt, yo al menos un tanto nervioso o excitado con las referencias que teníamos del gran bajadón que debía haber, finalmente en buena parte de la bajada cogimos la mayor cantidad de nieve de pescadería que jamás ninguno hemos pillado y no la gozamos tanto pues era salirse de una huella y hundirte hasta las cejas!!
Basta que te quieras hacer una foto chula con el Cervino a tus espaldas para que se meta una nube, ley de Murphy, no hay que darle vueltas.
Finalmete se llega a Zermatt por las pistas, una dura prueba para el esquiador de montaña ya que se van pasando decenas de chiringuitos con terrazas de "Carlsberg", "Heineken", "Budweisser" pero que en ningún caso nos podíamos permitir dados los precios y demás razones morales.
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